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Los líderes sindicales y Boeing han logrado un principio de acuerdo para poner fin a la huelga que tiene paralizada la producción de los principales aviones del gigante aeroespacial desde hace más de un mes, según ha anunciado el sindicato, la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (AFL-CIO), a través de su página web. Para desatascar el conflicto, la empresa ha accedido a una subida salarial de casi el 40% en los cuatro años de vigencia del nuevo convenio colectivo.El pacto se ha logrado con la mediación de Julie Su, la secretaria de Transportes del Gobierno de Joe Biden, pero debe ser aún ratificado por los trabajadores, que rechazaron un primer acuerdo con un 95% de votos en contra. Este incluye mejoras sustanciales, incluida la subida salarial, la reinstauración de un plan de incentivos y un aumento de las aportaciones de la empresa a los planes de pensiones. Se someterá a votación el próximo viernes. Como ocurrió en el sector del automóvil, los trabajadores están resentidos después de años de míseras subidas de sueldos mientras los directivos cobraban cifras multimillonarias.La subida salarial incluida en el acuerdo que fue rechazado era del 25% en cuatro años. Ahora, se trata de una subida de casi el 40%, también en ese plazo: 12% en el primer año; 8%, en el segundo y en el tercero, y 7% en el cuarto. Aunque el sindicato destaca la suma de los porcentajes y habla de un ascenso del 35%, en realidad, al acumularse, se trata de un alza salarial compuesta del 39,78%, como también reconoce en la letra pequeña.La huelga, que comenzó el 13 de septiembre, se extiende por toda la costa oeste de Estados Unidos y ha obligado a Boeing a cerrar las líneas de montaje de sus aviones 737 Max, 767 y 777, los que más caja generan para la compañía. Se produce en un momento en que Boeing atraviesa una crisis de enorme calado, en la que los problemas de seguridad y los de costes han puesto a la compañía contra las cuerdas. La huelga, que afecta a unos 33.000 trabajadores, es el primer conflicto laboral importante en Boeing en 16 años.El nuevo consejero delegado de Boeing, Kelly Ortberg, ha decidido tomar medidas drásticas para recortar los costes de la compañía. La semana pasada anunció su intención de recortar la plantilla un 10%, lo que supone prescindir de unos 17.000 empleados entre despidos y bajas sin cubrir.Boeing anticipó que cerró el tercer trimestre con una posición de efectivo e inversiones en valores negociables de 10.500 millones, una posición crítica ante la paralización de la producción. La empresa advirtió de que cerrará el tercer trimestre con unas pérdidas de 9,97 dólares por acción, lo que supone unos números rojos para el conjunto de la compañía de unos 6.100 millones de dólares en tres meses. En la primera mitad del año, la empresa perdió unos 1.800 millones de dólares. Desde 2019 acumula pérdidas por importe de unos 30.000 millones de dólares.La compañía comunicó este martes a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC) la firma de un préstamo de 10.000 millones de dólares (unos 9.200 millones de euros) y registró un folleto para emitir acciones, deuda convertible y otros títulos por 25.000 millones de dólares adicionales para garantizarse el acceso a la liquidez mientras endereza el rumbo.El probable fin de la huelga de Boeing es una buena noticia para el Gobierno de Joe Biden e, indirectamente, para Kamala Harris como candidata demócrata. Tras 45 meses consecutivos de creación de empleo, se teme que el impacto de la huelga y el de los huracanes que han golpeado el sureste de Estados Unidos pueda hacer que se pierdan puestos de trabajo en octubre por primera vez en todo el mandato del actual Gobierno. Las cifras se conocerán el 1 de noviembre, a solo cuatro días de la cita electoral.

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