Desarrollarse profesionalmente mientras se asumen tareas de cuidado es un desafío para miles de mujeres. Si además se trata de una mujer migrante, madre y periodista, el reto se multiplica. María Hinojosa (Ciudad de México, 63 años) es un ejemplo de cómo todas esas facetas pueden coexistir y complementarse. Con más de 30 años de trayectoria, ha sido reconocida con premios como el Emmy, el Edward R. Murrow y el Pulitzer. Además de su labor periodística, es investigadora, escritora, productora, profesora universitaria y mentora de cientos de mujeres.Hinojosa no tiene reparos en decir que México siempre será su hogar sin importar lo que suceda, a pesar de que vive en Estados Unidos desde que tiene un año. A lo largo del tiempo que lleva ejerciendo el periodismo, ha trabajado incansablemente para contar las historias de aquellos a quienes el sistema suele ignorar. Sus reportajes, sus programas de radio, documentales y podcasts han sido una voz poderosa para la comunidad latina en Estados Unidos, dando visibilidad a las experiencias de los migrantes, luchando por la justicia social y creando espacios donde las voces silenciadas puedan ser escuchadas.En videollamada con EL PAÍS se conecta desde su casa de campo en Connecticut para hablar sobre su historia de migración, el peso del voto latino en las próximas elecciones del 5 de noviembre, las consecuencias de un segundo mandato de Donald Trump y la importancia de analizar la desinformación en redes sociales. A pesar del panorama adverso, su entusiasmo se percibe en cada una de sus palabras. “No hay mal que por bien no venga”, dice.Pregunta. ¿Qué significa para usted ser latina en Estados Unidos?Respuesta. Esa es una pregunta con muchas respuestas, dependiendo del momento histórico. En 2024, a pocos días de las elecciones, ser latino, latina, latine o latinx conlleva una carga muy fuerte. Identificarse de esta manera implica reconocer que los latinos no solo existimos, sino que tenemos un peso significativo dentro de los Estados Unidos. Es asumir nuestra identidad en un contexto geopolítico, y hoy, esa identificación tiene un componente profundamente político.Recuerdo que asumí mi identidad como orgullosamente latina en la universidad. Antes de eso, siempre me veía simplemente como mexicana. En ese momento, fue una decisión política para mí, aunque no sentía la atención que siento ahora. En esa época, estábamos presentes, hablábamos, pero no éramos el foco de odio o rechazo. Hoy, lamentablemente, las cosas han cambiado. El proyecto de Donald Trump, que canalizó su odio hacia los inmigrantes, especialmente los mexicanos, ha transformado la percepción. Ser latino en Estados Unidos hoy no es algo simple. Estamos bajo el foco, y ese foco muchas veces trae consigo odio y rechazo.P. ¿De qué manera ha influido su identidad en el trabajo que realiza y en las historias que elige contar?R. Para mí, el punto de partida fue entender que ser periodista en Estados Unidos no podía separarse de la importancia de la representación. Desde el principio, sabía que mi labor como periodista no se limitaba a un área específica, como la moda, los negocios o el cambio climático. Mi identidad como la primera latina en muchas de las redacciones donde trabajé me dio una responsabilidad mayor: la de representar. Como mujer, inmigrante, mexicana y latina siempre he buscado ampliar el enfoque de las historias, asegurándome de que se cuenten desde todas las realidades posibles.P. Escribió su historia de migración en el libro Una vez fui tú. ¿Cómo fue ese proceso?R. A lo largo de mi carrera, uno de los temas más intensos que he cubierto ha sido la inmigración y la vida de los migrantes. Pero cuando Donald Trump asumió la presidencia en 2016 y comenzó su política de separar a los niños de sus familias—una práctica que ya existía pero que se intensificó bajo su mandato—todo cambió para mí. El punto de quiebre fue cuando una periodista de investigación de ProPublica reveló grabaciones de niños llorando tras ser separados de sus familias. Mi madre, al escuchar esos llantos, me llamó llorando y me confesó algo que yo desconocía: cuando llegamos a Estados Unidos, algo similar casi me ocurrió a mí. Lo más difícil de escribir fue la introducción. La gran escritora Sandra Cisneros, quien es una musa para mí, me dijo: “escribe de las cosas de las cuales te quieres olvidar”. Y eso fue lo que hice.P. ¿Qué implicaría para la comunidad latina un segundo mandato de Donald Trump?R. A muchas personas en este país “les va a ir en feria”. La política anunciada por Donald Trump, que aboga por deportaciones masivas, traería un cambio profundo y negativo para las comunidades latinas. Familias serían divididas, y muchas personas que siguen viniendo con la esperanza del sueño americano—ya sea huyendo de la violencia, la pobreza o desastres naturales—terminarían en centros de detención, enfrentando abusos y violaciones de derechos humanos.P. ¿Qué pasaría si Kamala Harris se convierte en la primera mujer presidenta?R. Sería un momento histórico y poderoso, especialmente si lo vemos en conjunto con la reciente llegada de Claudia Sheinbaum al poder en México. Ambas son mujeres que ya han demostrado su capacidad, no tienen nada más que probarle a nadie. Sería increíble tener a dos mujeres liderando Norteamérica, con Estados Unidos y México colaborando desde una perspectiva renovada, con una visión más inclusiva y femenina.P. ¿Cuál es la importancia del voto latino en estas elecciones?R. La presencia latina en los Estados Unidos sigue creciendo. Hemos llegado a un punto crucial en el que el voto latino tiene un peso determinante. Especialmente en los Estados clave seremos nosotros quienes marquemos la diferencia y decidamos hacia dónde se inclina el resultado. Esto es evidente en lugares como Pensilvania, Wisconsin, Michigan, Georgia, y más notoriamente en Arizona.P. Usted ha impulsado La mentirota, un proyecto en colaboración con Factchequeado donde analizan la desinformación viral. ¿Por qué es importante llevar a cabo este tipo de análisis?R. Es crucial porque los demócratas corren el riesgo de perder el voto latino, y lo que inicialmente pensé que sería un apoyo seguro para Kamala Harris ha cambiado debido a la propagación de mentiras y desinformación, especialmente dirigida a los latinos en español. Al hablar con votantes, he notado con preocupación cómo muchos latinos, que antes apoyaban una agenda pro migrante, ahora consideran votar por Donald Trump. Me sorprende cuántas personas creen en la imagen de Trump como un buen negociador, y piensan que la economía y la seguridad están en crisis, culpando a los migrantes por estos problemas. Por otro lado, ha sido fascinante observar cómo el Partido Republicano, bajo el liderazgo de Trump, ha persistido en captar el voto latino utilizando y repitiendo mentiras.P. ¿Puede profundizar en las mentiras del Partido Republicano?R. Donald Trump no es el gran negociador que dice ser. Ha caído en bancarrota al menos cuatro veces o más. Él no maneja personalmente sus negocios, sino que su nombre es lo que le da valor; lo colocan en hoteles y le pagan por usarlo, pero eso no significa que sepa gestionar negocios. La economía durante su mandato fue impactada en gran parte por la pandemia. Algunas personas en buena posición económica pudieron adquirir propiedades y disfrutar de su tiempo libre, lo que les dejó buenos recuerdos. Sin embargo, la realidad es que Trump dejó el país económicamente hecho un desastre. En cuanto a la seguridad, los datos también desmienten sus afirmaciones. Según el FBI, el crimen violento ha disminuido un 50% en los últimos 30 años, lo que contradice la narrativa de caos y peligro que él promueve.
María Hinojosa: “Sería increíble tener a dos mujeres liderando Norteamérica con una visión inclusiva y femenina”
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